Con tan sólo 10 años, Federico vivió la primera de sus grandes pérdidas: la muerte de su madre. Su padre, ausente, jamás lo acompañó y tuvo que sortear en soledad durísimos obstáculos a lo largo de su vida.
Años más tarde, cuando había comenzado a formar su propia familia, la tragedia lo encontró nuevamente y sufrió la muerte de su mujer embarazada.
Luego de este terrible episodio, Federico pasó por muchas dificultades que lo llevaron a vivir en situación de calle, pero nada de esto impidió seguir adelante: comenzó a estudiar ingeniería en sistemas mientras dormía por las noches en un gimnasio.
Gracias a #Potenciate ganó una beca para estudiar Diseño de Videojuegos en la UTN y consiguió un trabajo haciendo lo que le gusta.
Hoy vive en un departamento, sigue cursando en la universidad y ve todo su pasado como un gran aprendizaje.